jueves, 19 de marzo de 2020

TRABAJADORES AUTÓNOMOS (FreeLancer/Outsourcing)

Freelance y Outsourcing

El anglicismo freelance se refiere a la actividad que realiza la persona que trabaja de forma independiente o se dedica a realizar trabajos de manera autónoma que le permitan desenvolverse en su profesión o en aquellas áreas que pueden ser más lucrativas y son orientadas a terceros que requieren de servicios específicos.
Un freelancer invierte su tiempo de acuerdo a sus necesidades y la de sus clientes. En muchos casos no cumplen horarios rutinarios o de oficina, tienen la autonomía de modificar su agenda de acuerdo a la carga de trabajo que posean y en la mayoría de los casos ofrecen sus servicios por medio de contratos, especificando el tiempo que trabajarán para el empleador y bajo qué condiciones.
En los países hispanohablantes, la figura del freelancer está recogida legalmente con la denominación de trabajador por cuenta propia, contratista independiente, trabajador autónomo, autónomo o consultor.

Ventajas de ser freelancer sobre la forma tradicional de trabajo

Un freelancer puede trabajar a tiempo parcial o completo. Debido a que no son empleados fijos, pueden realizar su trabajo a su propio ritmo, siempre y cuando se cumplan los requerimientos del cliente y el plazo establecido. Esto les permite tener mayor libertad que un empleado promedio.
A diferencia de lo que ocurre con los trabajadores fijos, con un freelancer, la empresa no está obligada a proveer equipo especializado ni a realizar un pago de beneficios adicionales, como vacaciones, aguinaldos, etc.

Outsourcing es un término del inglés que podemos traducir al español como ‘subcontratación’, ‘externalización’ o ‘tercerización’. En el mundo empresarial, designa el proceso en el cual una organización contrata a otras empresas externas para que se hagan cargo de parte de su actividad o producción.
La palabra, como tal, es un anglicismo que se compone con las voces out, que significa ‘fuera’, y source, que traduce ‘fuente’ u ‘origen’, es decir, fuente externa.
En este sentido, el outsourcing está estrechamente relacionado con la subcontratación de servicios, pues supone la búsqueda de una fuente externa a la empresa que pueda prestar de manera eficiente determinados servicios, para que esta pueda disponer de más tiempo para centrarse en los aspectos claves de su negocio.
Muchas empresas subcontratan en el área de informática, recursos humanos, contabilidad y administración de activos e inmuebles. Otras también lo hacen en el soporte técnico al usuario y la gestión de llamadas telefónicas, manufactura e ingeniería.

No obstante, el outsourcing es una práctica que debe ser muy bien analizada antes de su aplicación en una empresa, ya que puede tener efectos tanto positivos o como negativos.

¿Qué ventajas aporta el Outsourcing a mi empresa?

 1. Reducción costes

La colaboración con empresas externas permite ahorrar gastos como los asociados a la inversión en infraestructuras o tecnología, o los destinados a la contratación de nuevos trabajadores que se hagan cargo de tareas que no son una función específica de la empresa.

2. Focalización en la actividad principal

El outsourcing permite a la empresa enfocarse principalmente en el negocio y no consumir recursos humanos y financieros en otras áreas que no son estratégicas para su actividad principal. Así se logra un mayor rendimiento al evitar distracciones innecesarias, etc.

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